Por Jorge Amonzabel
Cuando llego el término sustentable para la ejecución de proyectos, fue una declaración abierta de la cooperación y los financiadores del desarrollo, que estaban ejecutando proyectos de desarrollo; que morían a los pocos meses o años; después de su conclusión. Sustentable porque el proyecto que no lo es, en otras palabras, sería “proyecto perecedero” que tiene un tiempo de vida y luego se muere.
Luego, con gran astucia, los evaluadores, entre internacionales y nacionales; de países ricos y pobres; justificaban el sustentable: En muchos casos con lenguajes diferentes en el español, entre sustentabilidad de los proyectos y sustentable. Algunos, afirmaban que un proyecto sustentable era el que se mantenía por su propio beneficiario, luego de recibir el financiamiento a fondo perdido, o recibir la cooperación en su ejecución. Otros, afirmaban que eran proyectos que debían tener algo de sustentabilidad, durante su ejecución y posterior a la ejecución. Entonces el desarrollo, la búsqueda de proyectos que se mantengan vigentes o vivos hizo que muchas actividades, al igual que el tema de género, ponga condiciones para todo lo que manejamos, usamos, proyectamos y ejecutamos: sustentable.
Lo interesante para terminar con la dialógica de distintas partes, entre financiadores a fondo perdido y financiadores a tasas subvencionadas, fue que los proyectos, además de buscar la auto sustentabilidad económica, que fue un fracaso de las más grandes ONGs y Organismos internacionales; se busco el auto sustento político administrativo. Sí. Se necesitaba asegurar una organización estable y un equipo de ejecución y luego, de administración; que sea permanente o consecuente con el proyecto.
Por si fuera poco, esto del desarrollo sustentable, llevo a todos a percibir la importancia de la conservación del medioambiente. Por ejemplo, los proyectos, como mencionamos; el tema de género, como inclusión transversal en los proyectos; se requirió y exigió, la transversalidad de la temática ecología, conservación del medioambiente, etc.
Lo importante es entender la sustentabilidad desde el punto de vista social y económico. Que el proyecto, además de permanecer dinámico después de la implementación, tenga condiciones para seguir prosperando con los beneficios a sus participantes directos e indirectos. Los beneficiarios “empoderarse” del proyecto en todas las fases de este y gratificarse por los resultados que otorgue a su conclusión y cierre. Agregaría, al entorno, en cuanto a resultados positivos, el mejoramiento de la calidad de vida, conservación del medioambiente y condiciones de ser replicado en otras plazas y grupos. (JA)
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