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jueves, 22 de diciembre de 2011

Estado de la seguridad: Riesgo en la actividad turística


Por: Jorge Amonzabel
Las estadísticas del incremento de la actividad delincuencial y criminal en las sociedades es una alerta para quienes planifican y trabajan en el turismo. No es lejano, que la actividad del crimen organizado utiliza la actividad turística en sus diversas manifestaciones, como medio para introducir la droga. Lavar dinero y esconderse de la polícia. Países productores y consumidores, tienen altos índices de negocios ilícitos que, valiéndose del entretenimiento logra grandes réditos.
Los gobiernos y, en particular; las autoridades del turismo deben cuidar su territorio y la saludable recepción y estancia de sus visitantes. Por ello, deben imponer controles más estrictos a la actividad criminal, no solo de las amenazas a la seguridad física, sino también de las amenazas contra la propiedad privada, privacidad de las personas y, sobre todo; de la actividad empresarial. El crimen, ya no limita sus actividades dentro de un territorio. Ha borrado fronteras y se ha introducido en todas las actividades regulares de un Estado. El comercio es una de las más afectadas. El turismo, en cuanto a sus ventajas de integración e intercambio entre países, es un buen móvil para fomentar el tráfico de estupefacientes, introducción de dinero sucio y la inducción al consumo del alcohol y los fármacos de nativos y visitantes.
Es importante preservar la salud de las personas y tener una sociedad saludable. No solo sin enfermedades, sino también sin ambientes nocivos y propensos a fomentar el consumo de alcohol y droga. El turismo como fenómeno es algo que no podremos detener, pero sí controlarlo. La actividad del turismo, es necesaria y se desarrolla de manera progresiva ante la demanda y nuevas conductas de las personas. Por ello, algunos países tienen políticas públicas claras sobre el crimen internacional y local y, resguardan de toda amenaza a sus habitantes. Es importante mantener alerta contra el crimen organizado y las presiones de sectores relacionados con la mafia y los delincuentes. Por consiguiente, la hotelería y los servicios de restaurante, el transporte, las agencias, los operadores y toda empresa de turismo deben rechazar toda injerencia o “extorsión” que debilite la salud de la sociedad.
Los gobiernos, no deben descansar en la lucha contra el crimen organizado y actividades ilícitas. En bien de sus habitantes deben sancionar y mitigar actividades ilícitas emergentes y establecer mecanismos de transparencia en el control de la actividad turística. La criminalidad ya no es lucha de un Estado, es una necesidad de defensa de todos los Estados. El crimen afecta a países y sus sociedades. Por ello, las alianzas de la empresa turística con las instancias de seguridad deben ser permanentes. Asimismo, entre empresas similares y de servicios conexos.
Además de los reportes, que regularmente los hoteles otorgan a la policía, las listas de viajeros del transporte y, otros documentos y memorias que deben llenar las empresas de la actividad turística; es necesario mejorar las competencias y alcances de: La autoridad del sector y las instancias competentes para la emisión de pasaportes, control de transporte aéreo, marítimo y terrestre; aduanas y migración. (J. Amonzabel)